En el mundo moderno, muchas personas practican submarinismo a este tipo de entretenimientos, prevalecen una serie de problemas, afecciones o preocupaciones que debemos tener en cuenta, claro está, para el bien ajeno y el nuestro propio.
Para realizar con seguridad este deporte, primero, se debe ir bien preparado, o que alguien acompañe a la persona con experiencia, ya que este deporte pueden llegar a ser peligrosos o dañinos.
En los últimos años, este deporte se han extendido mucho por el mundo, siendo un gran incentivo para el turismo, entretenimiento y por la misma observación del fondo marino.
El submarinismo, es uno de los principales deporte subacuáticos del mundo, siendo el “scuba-diving” el deporte asociado a la inmersión con botella. Para muchas personas no preparadas, el submarinismo, puede ocasionar problemas articulares por las grandes presiones que soporta el cuerpo humano. El cuerpo humano puede encontrarse con estos peligros: disminución de la visibilidad, percepción de sonidos amortiguados, sensaciones táctiles no habituales, etc., pueden producirse en un submarinista novel.
La inmersión a 30 o 40 metros, puede aumentar la presión parcial del nitrógeno contenido en las botellas de aire da lugar a la llamada “borrachera del submarinista”, o “embriaguez de las profundidades”, una especie de narcosis que se asemeja a una intoxicación etílica y que comienza a ser incapacitarte a estas profundidades.
A raíz del descenso, pasamos al ascenso a la superficie, siendo también un problema. La descomprensión puede provocar: dolores articulares, vómitos, vértigos, alteraciones en el carácter o pérdida de conciencia. La descompresión rápida puede llegar a embolismos gaseoso, que puede dañar los pulmones, el cerebro o los tejidos.
Por ello, es aconsejable ir en grupos, experimentados y nunca ir por cuenta propia, ya que la mayoría de las veces, la inexperiencia puede llegar a ser un gran peligro.
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