2 de mayo de 2010

El silencio



El silencio conecta con tu fuente de plenitud. En el silencio hay una reserva inagotable de energía, lucidez y comprensión. Pero hay que saber detener el estrés, relajarse y saber callar cuando es necesario. La contaminación acústica es una realidad que no puede dejarnos indiferentes, si vives es un lugar ruidoso, contribuirá a empeorar el humor, la personalidad, el descanso, etc.

Ante un estimulo acústico, el cuerpo reacciona mediante el sistema simpático, liberando hormonas del estrés, estas tienen a acelerar los ritmos respiratorios, cardiacos, aumentando la tensión arterial, por ejemplo, cuando oímos “fuego”, nos alteramos, y nos ponemos en alerta, por lo tanto, el silencio, es una forma de relajar nuestro cuerpo, y a la vez, contribuir a una paz interior, que en muchas personas, no logran conseguir por muchos motivos.

El silencio es una energía positiva que renueva el organismo y ayuda al descanso del cuerpo. El silencio como tal, debe hacerse siempre en solitario, en lugares de poco transito de personas, y en ocasiones, se deberá hacer con poca luz y en ambientes sin olores fuertes, un lugar neutro. Cuanto mas días de silencio tengamos, nos deparará mayores estados de lucidez y armonía.

Es aconsejable marcarse un horario concreto y continuado, sobre todo, esta recomendado, para las personas que están cerca de sitios con mucho viento, y personas que trabajan con sonidos fuertes o repetitivos. Por la noche, lo normal, es que la persona esté en silencio, pero si no es así, o el sueño no depara descanso, debemos implementar un par de horas de silencio en meditación, excluyendo de este, hablar o escuchar música. 



¿Te gustó este post?, deja un comentario, gracias.

No hay comentarios: